Hola Alex:

Respecto a la primera pregunta, las claves de la investigación se resumen en tres palabras: método, discreción y cautela. Tener un método adecuado era imprescindible para analizar bien la información y todos los documentos que consideramos importantes. La discreción fue vital para que no hubiera ninguna filtración antes de la fecha de publicación. Para que te hagas una idea, los familiares y amigos de los periodistas islandeses que trabajaron en la investigación no paraban de decirles que eran unos vagos porque hacía tiempo que no escribían noticias. Luego se dieron cuenta por qué. Finalmente, la cautela es muy importante, ya que teníamos que adentrarnos más en los documentos para confirmar los nombres y los datos que aparecían en los papeles.

En cuanto a la segunda pregunta, los periodistas del Süddeutsche Zeitung y del ICIJ cruzaron la información obtenida con el Registro Público de Panamá y los datos coincidían. Esto confirmó la veracidad de la información obtenida.

Son 11,5 millones de documentos que abarcan de 1977 a diciembre de 2015, muchos de los cuales aún no hemos rastreado porque no encontramos ninguna pista. Seguimos peinando la información en busca de más nombres. Así que sí, aún quedan cosas por salir.

Respecto al caso de Bertín Osborne, hay que tener en cuenta que la fuente anónima del Süddeutsche Zeitung siguió proporcionando datos hasta diciembre de 2015. Esto nos obligaba a repetir búsquedas en los nuevos documentos aportados. En el caso de Bertín Osborne, su nombre no apareció hasta hace una semana, cuando buscamos entre los nuevos datos de finales de 2015.

Sí, ya fuéramos nosotros o nuestros compañeros de La Sexta y del ICIJ. El Tribunal Constitucional nos obliga a ello a los periodistas, en lo que se conoce como diligencia informativa. Si una información afecta a una persona, esa persona tiene derecho a comentarla antes de su publicación. Eso es lo que hemos realizado, tanto desde un punto de vista deontológico como legal.

Nosotros no formamos parte del ICIJ, sino que somos periodistas de un medio participante: El Confidencial. El ICIJ nos insistió a todos los periodistas cada semana en dos aspectos: mantener la seguridad y la discreción de nuestras comunicaciones y en compartir todos los hallazgos que encontrábamos en los datos con el resto de periodistas de todo el mundo. Y eso es lo que hicimos.

Nadie conoce a la fuente de la información, ni siquiera los periodistas alemanes que obtuvieron los datos. La fuente estableció dos requisitos: toda comunicación sería encriptada y nunca habría una reunión en persona. El Süddeutsche Zeitung lo explica muy bien en esta noticia: http://panamapapers.sueddeutsche.de/articles/56f...

Esta es la cuarta ocasión que El Confidencial trabaja con el ICIJ, después de Offshore Leaks, LuxLeaks y la lista Falciani. En el caso de laSexta, previamente habían trabajado en la lista Falciani. Así que ya teníamos experiencia en trabajar con ellos y, parece ser, que previamente no lo hicimos tan mal como para que no volvieran a confiar en nosotros en esta ocasión.

Además, el ICIJ busca que los medios participantes tengan un espíritu de "colaboración total", en palabras de su editora Marina Walker. Bajo este criterio, descartaron colaborar con otros grandes medios tradicionales como New York Times.

Toda la información publicada cumple los tres criterios que establece el Tribunal Constitucional a los periodistas: veracidad de la información, interés público y diligencia informativa. Todas nuestras informaciones están documentadas y acreditadas con documentos y papeles.

Nuestros compañeros de Teknautas han elaborado una información al respecto: http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2016-04...

Nos servimos de la explicación de nuestro compañero Eduardo Segovia en este artículo: http://www.elconfidencial.com/economia/papeles-p...

"Por supuesto que crear una sociedad en Panamá no es ilegal, igual que crearla en Cuenca. Lo que es ilegal es lo que se hace con ella. Y como se ha dicho más arriba, nadie paga por ocultar su patrimonio si no tiene nada que ocultar, porque eso es para lo que sirven las sociedades en Panamá. Luego es evidente que se crearon para fines ilícitios, como mínimo para defraudar a Hacienda."

En total hemos trabajado más de 370 periodistas de un centenar de medios de 77 países. Durante estos días el ICIJ ha recibido numerosas propuestas para incorporarse a la investigación, que aún sigue abierta.

Sí, tanto a El Confidencial como a laSexta nos han pedido información la fiscalía y la Agencia Tributaria. Nosotros estamos encantados de facilitarles todos los documentos que hayamos publicado.

Sí, hay muchos nombres de personajes privados sin ningún interés público. Como ya hemos contestado anteriormente, el Tribunal Constitucional nos exige a los periodistas que tratemos información de interés público. No obstante, todos los nombres de la base de datos aparecerán en mayo cuando el ICIJ la publique en abierto.

Nosotros sólo somos periodistas de un medio participante en una investigación del ICIJ. Los periodistas que realmente forman parte del ICIJ los puedes encontrar en https://www.icij.org/journalists#_ga=1.253917838.... Solo dos periodistas españoles son miembros del ICIJ: Mar Cabra y Marcos García Rey.

Una sociedad offshore es una persona jurídica constituida en el extranjero, generalmente en un paraíso fiscal, que sirve de pantalla para ocultar la identidad real del beneficiario último. Por ejemplo, si yo no quiero que aparezca mi nombre como titular de una cuenta en Suiza, lo más fácil es crear una sociedad offshore en un país que garantice el secretismo y que sea ella la titular de la cuenta.

Lo importante era tener un buen método de trabajo. Durante los primeros meses nos centramos en buscar sociedades donde figuraban nombres españoles. En un segundo momento, elegimos los casos más relevantes y de interés público para profundizar en los detalles y la actividad de estas sociedades, lo que nos obligaba a leer todos los documentos asociados a cada compañía. Por último, cada reportero se ponía en contacto con la persona afectada y finalmente daba forma a la información final.

España y Panamá firmaron un Convenio de Doble Imposición en 2011. Este tipo de acuerdo es el que permite que España deje de considerar a un país extranjero como paraíso fiscal. Varias informaciones ya publicadas apuntan que el Gobierno de Zapatero decidió firmar este convenio presionado por las empresas españolas que querían participar en la licitación de las obras de ampliación del Canal de Panamá. España tenía que dejar de considerar a Panamá como paraíso fiscal para que las empresas españolas pudieran presentarse en el concurso público. Y esto es lo que finalmente sucedió.

'Los papeles de Panamá' muestran la necesidad de elaborar políticas globales para luchar contra la evasión fiscal ya que se trata de un problema mundial. En una conferencia de prensa, Obama manifestó que "muchas de las prácticas destapadas por 'Los papeles de Panamá' son legales, y ese es precisamente el problema".

La investigación 'Los papeles de Panamá' no ha sido financiada por Open Society Foundation ni por ninguna institución o asociación. Open Society Foundation sí es donante de la fundación que engloba al ICIJ, pero ni Open Society ni ningún otro donante influye en temas editoriales.

Las organizaciones periodísticas 'non profit' de investigación son bastante habituales en Estados Unidos. Además del ICIJ, otro ejemplo es ProPublica, un medio que se encuentra a la vanguardia del periodismo de investigación mundial. En Europa no es tan habitual (por el momento) este tipo de fundaciones periodísticas, salvo algunos casos contados como Correctiv en Alemania o la Fundación Ciudadana Civio en España.

Los documentos filtrados incluyen metadatos que permitirían aproximarse a la identidad última de la fuente. Nuestra misión como periodistas es publicar información veraz y de interés público, y proteger a nuestras fuentes.

Hemos utilizado varias plataformas digitales seguras. Una de ellas es una especie de Facebook privado y encriptado que hacía las veces de redacción virtual y donde compartíamos cualquier información relevante que encontrábamos en los documentos.

No. Por suerte vivimos en España y no en otros países donde la seguridad y la integridad de los periodistas corren peligro cada día.

Un nombre que apenas ha llegado a España pero que nos ha llamado mucho la atención es el del presidente de Transparencia Internacional de Chile, Gonzalo Delaveau Swett. Como abogado hizo de intermediario para registrar sociedades 'offshore' en Mossack Fonseca que permitían ocultar activos de sus clientes. Dimitió nada más publicarse la información.

De momento, Bob Woodward, uno de los periodistas que destapó el caso Watergate, ha definido 'Los papeles de Panamá' como "un triunfo del periodismo" y "una de las informaciones periodísticas más serias de la época". El tiempo dirá si en el futuro se recordará como tal o no.

Cultura democrática y asunción de responsabilidades.

No. Tenemos la suerte y el privilegio de trabajar en un medio donde prima la independencia. Siempre y cuando una información está documentada y acreditada, nuestro director, Nacho Cardero, no nos pone ninguna pega.

Aún no sabemos si habrá nuevas elecciones, como para saber cómo pueden influir 'Los papeles de Panamá' en ellas.

Jesús: "De acuerdo a los documentos más recientes, muchas personas están abriendo fideicomisos en Nueva Zelanda. Por algo será".

Daniele: "Siguiendo el ejemplo de los grandes nombres, Bahamas, pero Gibraltar y Andorra serían mucho más cómodos, próximos y seguros. Ojalá tengamos próximamente un AndorraLeaks o GibraltarLeaks".

Muchas gracias por todas vuestras preguntas. Esperamos que os hayamos resuelto vuestras dudas. Estad pendientes de El Confidencial, laSexta y el ICIJ durante los próximos días porque seguro que seguirán saliendo nuevos nombres y más prácticas habituales de la industria offshore. Nos vemos.